El Teletrabajo.-

Artículo publicado por Juliana Fragoso Simón en el número de mayo de La Gaveta Económica.

Una de las consecuencias que ha generado el estado de alarma ha sido la generalización del uso del teletrabajo en aquellas empresas, donde, incluso sin saberlo anteriormente, era o es factible hacerlo.

Los motivos que pueden dar lugar a que esta situación surja se pueden englobar dentro de dos razones básicas: para cubrir una necesidad, o para aumentar la productividad.

Hay que partir de la base que el teletrabajo que se ha generado durante el estado de alarma ha sido para cubrir una necesidad: la de mantener la producción dentro de la situación de pandemia. Es decir, principalmente se ha basado en la imposibilidad de que parte de la población trabajadora se desplace al lugar donde desarrolla su empleo.

En muchas ocasiones, las empresas o los propios trabajadores no cuentan con los medios adecuados para desarrollarlo correctamente y, además, la situación del entorno no es la habitual.

Ahora bien, el teletrabajo que surge por la búsqueda de incrementar la productividad tiene una gran diferencia, y es que se trata de un acuerdo que se genera de forma voluntaria entre el empleado y el empleador. Por el contrario, en el otro caso, este acuerdo se establece porque, en un determinado contexto, no hay otra opción para mantener la actividad productiva.

Y el acuerdo voluntario da lugar a una relación de confianza. En esta situación, se le da al trabajador la opción de elegir en qué momento del día, en qué lugar o en qué condiciones puede incrementar su rendimiento. Por lo tanto, se le da la oportunidad de organizar de forma flexible su trabajo y en un entorno adecuado. De forma que este, incrementa su rendimiento y productividad.

Es posible que el teletrabajo no se mantenga a largo plazo de forma generalizada en todas las empresas. Pero es cierto que, a partir de ahora, pueden surgir nuevas situaciones de organización del trabajo por los motivos citados anteriormente.

En situaciones en las que el trabajador hubiese tenido que elegir entre ir a trabajar o no por una situación ajena a su voluntad no inhabilitante, porque tiene que estar en casa por la circunstancia que sea, ahora, podrá elegir la opción de teletrabajar. Porque, además, ya lo ha probado durante el estado de alarma y se han generado las herramientas para hacerlo.

Por último, y este sí sería el teletrabajo en su gran esencia, es que, en empresas donde era impensable teletrabajar, a pesar de ser factible, pero donde se había descartado completamente, puede existir ahora esa posibilidad. En este caso, el trabajador y el empleador estarían eligiendo esta opción, no porque la necesiten, sino porque presenta ventajas para ambos, ya sea en términos de coste empresarial (reducir el número de oficinas físicas, así como otros costes derivados), como en términos de incremento del desempeño del propio trabajador. Esto ocurrirá siempre y cuando el empleado haya conseguido demostrar que ha sido capaz de mantener o incrementar su productividad en este tiempo.

Por lo tanto, se generan nuevas oportunidades en este sentido, tanto en casos en los que se intente cubrir una necesidad, como en los casos en los que pueda verse el teletrabajo como una situación en la que el empleado, eligiendo las variables geográficas y temporales que más le convienen, pueda incrementar la productividad, no beneficiando únicamente a la empresa, sino también dando lugar a que el trabajador pueda mejorar la conciliación familiar y su calidad de vida.

Son muchas las consecuencias negativas que se están generando, pero hay que analizar la situación, en la medida de lo posible, intentando encontrar situaciones donde pueden surgir nuevas oportunidades que anteriormente, o no existían, o no se habían planteado.

La tecnología nos ayudará a adaptarnos a la nueva normalidad, solo hay que saber aprovecharla adecuadamente. Puede incluso no ser solo la solución a muchos problemas, sino que también puede ser una gran oportunidad de gestionar mejor nuestro tiempo, reducir el impacto sobre el entorno y ayudar a la conciliación familiar y personal.

 

Juliana Fragoso Simón

Consultora Economista

Corporación 5

Scroll al inicio