Artículo publicado por D. José Carlos Francisco en La Gaveta Económica en el número de Febrero de 2016.
Las elecciones generales en España, abren un paréntesis habitual cada cuatro años. Los decisores económicos, es decir todos los ciudadanos, esperaban los resultados para conocer la composición de un gobierno de centro derecha o centro izquierda.
Sin embargo, el nuevo escenario parlamentario ha traído como consecuencia, una incertidumbre considerable sobre el color político del nuevo gobierno y consiguientemente sobre las políticas fiscales y sociales. Además, el paréntesis puede alargarse y convertirse en un corchete de procelosa investidura e incluso de nuevas elecciones.
Lo anterior es conocido por todos, e incluso el sentido común nos indica que los paréntesis políticos, ralentizan decisiones de inversión y gasto, tanto más importantes, cuánto más largo es el paréntesis. Sin embargo, poco se sabe sobre la magnitud y la afección en el crecimiento y el empleo, pues cada país y cada momento histórico es diferente.
Aunque existen variables macroeconómicas muy positivas para 2016, entre las que yo destacaría los bajos tipos de interés, la fuerte liquidez, el precio del petróleo y la fortaleza del turismo, que actúan como viento en cola de la economía española y por supuesto Canaria, no es menos cierto que la incertidumbre política anterior, abre un ejercicio relevante para analizar los efectos de los determinados “animal spirits”.
Animal spirits, es un término económico que se refiere al componente fluctuante e inconsciente de la economía. Representa nuestra peculiar relación con la ambigüedad o la falta de certeza. A veces los “espíritus animales” nos paralizan, mientras que otras veces nos revitalizan y llenan de energía, haciendo que superemos nuestros miedos e inseguridades. Pues bien, los últimos indicadores de confianza de los empresarios, indican un deterioro preocupante y lo que es igualmente desalentador, los consumidores también han reducido su confianza en el futuro, después de las elecciones generales de Diciembre.
Si los motores de la inversión y el consumo se han deteriorado, no es por otra razón que por las circunstancias políticas, pues el resto de los factores macroeconómicos son básicamente positivos. De tal manera, que en el último informe de Corporación 5, estimamos una reducción del PIB Canario del 10% respecto a nuestra anterior estimación (antes de la elecciones) y de 5.000 empleos menos en 2016. Es decir, suponiendo que no hay nuevas elecciones, pues si las hubiera, podría reducirse aún más la previsión, el PIB Canario terminará en 2,7%, en lugar del 3% y se crearán 15.000 empleos nuevos, en lugar de los 20.000 previstos para 2016.
Cuando escribo este artículo es Martes de Carnaval, por lo que cuando lo lean, habrán pasado muchas cosas, que despejarán algunas incertidumbres apuntadas o quizás, las acrecienten. En cualquier caso, como me dijo un empresario de los 500 primeros de Forbes, la semana pasada en un almuerzo en Gran Canaria; “José Carlos, no queda más remedio que cerrar los ojos y seguir invirtiendo” o más acorde con la famosa canción del Carnaval ¡Sigan Bailando…!.