Pimelia Canariensis

Artículo publicado por D. José Carlos Francisco Díaz en La Gaveta Económica en el número de abril de 2016.

A finales del año 2010,  apareció en las librerías mi tercer libro, titulado “La reforma necesaria. Canarias ante la crisis de nuestras vidas”.

El capítulo quinto, versaba sobre la nueva socioeconomía canaria, que en virtud de cinco factores característicos provocaba un crecimiento económico muy por debajo del potencial de las islas. Hablaba de corsés, relacionados con la escala y la geografía, de la casta de los “mandarines”, de la vorágine legislativa, de la moratoria turística y del inasumible tiempo que requiere poner un proyecto en marcha. No solo empresarial, también los proyectos públicos.

Un actor de singular importancia en la isla de Tenerife, de donde es endémico, es la Pimelia canariensis, Pimelia tinerfeña costera o aún más comúnmente, escarabajo. Su mera presencia, ha paralizado no solo proyectos privados (Industria en el Polígono de Guimar), sino grandes infraestructuras estratégicas como el Puerto de Granadilla, la ampliación a tres carriles de las Autopistas, o el trazado de la vía al futuro Puerto de Fonsalía.

Desde el año 2010, la Pimelia está considerada en la categoría de especies en peligro de extinción, según el Catálogo de Especies protegidas de Canarias. Hasta entonces, era catalogada “especie amenazada”. Lo curioso, es que su hábitat, según los expertos, era en zonas áridas en la franja costera, por debajo de los cien metros de altitud. Sorprendentemente, cuando el Ayuntamiento de la Matanza de Acentejo, pretendió ejecutar un Parque Urbano en el año 2008, según las previsiones del Plan General, apareció una población de Pimelias ¡¡a cota de 700 metros!! El proyecto se paralizó y cinco años después, la Viceconsejería de Medio Ambiente, autorizó la “traslocación de la población de Pimelia a la zona del Parque Natural el Montillo”. La autorización estaba sometida a dieciséis condiciones, de las que a modo de ejemplo les transcribo una:

“En caso de accidente o muerte de algún ejemplar, deberá ser inmediatamente puesto en conocimiento del Servicio de Biodiversidad del Gobierno de Canarias”.

Teniendo en cuenta, que según los expertos el 80% del territorio de la isla está protegido y que el 20% restante, está muy consolidado y que la Pimelia ya está en cotas superiores a 100 metros, la pregunta que me hago es ¿Quién protege a los Canarios?

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