Artículo publicado por Juliana Fragoso Simón en el número de agosto de La Gaveta Económica.
Quizás te digan que no es el mejor momento. Después de todo lo que ha pasado, y con todo lo que está por venir. ¿Quién sabe? Quizás es mejor esperar. Esperar a que todo vuelva a la normalidad, si vuelve.
Seguramente esta es la reflexión que predomina en una situación como la actual pero, ¿y si coincide con tu mejor momento? ¿Y si coincide con el momento en el que ves una gran oportunidad cuando todos los demás solo ven caos e incertidumbre? ¿Deberías esperar? No lo creo.
No existe un momento generalmente conocido como el correcto para emprender. Ese momento, precisamente, se genera cuando una persona es capaz de ver una oportunidad en una situación donde los demás solo ven obstáculos e impedimentos. Es evidente que la iniciativa de emprender, lo que sea; un proyecto dentro de la empresa en la que estás o una empresa nueva, requiere de una serie de capacidades. Estas capacidades han de ser, en primer lugar, personales para poder detectar la oportunidad, y en segundo lugar, analíticas, para decidir si es una buena opción llevarla a cabo o no.
El impacto del Covid-19 ha generado una crisis sanitaria y económica a nivel mundial que ha hecho que todas las organizaciones e individuos tengan que replantearse la forma en la que interactúan con los demás. En muchas ocasiones, ha cambiado incluso su modelo de negocio para poder sobrevivir. Muchos han tenido el valor de transformase y no solo para adaptarse, sino para mejorar, y otros sencillamente se han rendido porque la oportunidad por la que un día emprendieron ya no existe y no han podido, o sabido, encontrar una nueva.
Que sea un mal momento para el mundo a nivel económico, no significa que sea un mal momento para emprender. De hecho, es de momentos como este de los que pueden surgir ideas y negocios con éxito. Porque el verdadero impulsor de la innovación es un problema, un problema que necesita una solución. Y si eres capaz de encontrarle la solución a un problema o a una necesidad, ese es el momento.
Leer libros sobre emprender o sobre empresas y saber hacer un plan de negocio, que es algo recomendable, no va hacer que consigas emprender. Lo que sí lo hará es estar preparado cuando ese momento se presente.
Existen emprendedores de todo tipo, edad, nivel adquisitivo, intelectual, etc. No hay un prototipo predefinido. Incluso ser adverso al riesgo en tu vida personal no quiere decir que esa circunstancia te impida emprender, porque, además, hay gente dispuesta a ayudarte; solo tienes que atreverte a iniciar el proceso y pedir ayuda e información.
A pesar de no existir un prototipo de emprendedor, sí que existen ciertas cualidades que pueden ayudarte a estar preparado y a llevar tu proyecto hacia delante. La buena noticia es que no es necesario que nazcas con ellas, ya que todo el mundo puede, si quiere, trabajarlas y mejorarlas. Algunas de estas cualidades son la creatividad, la perseverancia, la motivación, la comunicación y la resiliencia.
- Ser creativo no significa que tengas que crear algo que no existe. La simple adaptación o mejora de algo que ya se ha inventado para resolver una necesidad existente en un entorno donde aun no se aplicado es ser creativo y da lugar a una innovación.
- Sin la motivación es imposible que tu proyecto salga adelante, porque si no te ilusiona, lo acabarás dejando y harás otra cosa. La motivación es la que te hará perseverar y seguir adelante hasta que cumplas tu objetivo.
- Saber comunicar tu idea es muy importante. Por una parte, porque nadie podrá ayudarte correctamente y, por otra parte, porque incluso algo tan sencillo, y a la vez imprescindible, como la captación de clientes será errónea, simplemente por el hecho que tu producto o servicio no será percibido de forma correcta.
- Y, por último, la resiliencia o capacidad de superar obstáculos. Haber fracasado en algún proyecto que hayas emprendido, o en general en algún aspecto o momento de tu vida, no debe hacer que te rindas. Todo lo contrario, ser capaz de entender por qué y en qué fracasaste hará que tengas una gran ventaja frente a los demás, ya que si realmente has aprendido no volverás a cometer el mismo error. Probablemente cometas otros, errar es humano; pero tener la capacidad de sobreponerse es lo que hará que tu proyecto tenga éxito.
Visto así parece sencillo. Está claro que no lo es. Pero tampoco es imposible, solo hay que estar preparado. De hecho, como dice Jack Dorsey, creador de Twitter, “si tienes una idea, y constantemente identificas un condicionante (lo haría si…), en realidad eres tú mismo el que se pone excusas para no hacerlo”. Es normal tener dudas, sobre todo en un momento donde la incertidumbre es la gran protagonista, pero si tienes miedo, tómalo como una señal de que, quizás sin darte cuenta, ya has iniciado el camino.
Juliana Fragoso Simón
Consultora Economista
Corporación 5