Artículo publicado el 13/10/13 en Diario de Avisos por José Alberto León Alonso.
Hace algo más de dos años, en el primer trimestre de 2011, titulé esta columna con el nombre de la surrealista comedia española de los años 80 “Amanece, que no es poco”, y efectivamente, entonces la economía canaria parecía salir de la recesión y acabó creciendo un 1,7% en el conjunto del año debido al empuje turístico del primer semestre. Desgraciadamente, en el verano de 2011 la crisis política del euro volvió a sumergir a nuestro país y a casi toda Europa de nuevo en la recesión, que ha durado hasta este momento en el que parece comenzar un nuevo amanecer.
Si al principio de la crisis se discutía sobre la forma que ésta iba a tomar, simbolizándolo con letras: en forma de “V”, que implicaba un rápido crecimiento tras la caída; de “U”, que señalaba un periodo prolongado de estancamiento antes de remontar; de “L”, que asumía una larga recesión sin recuperación; o en forma de “W”, que implicaba una recuperación intermedia para volver a caer antes de la recuperación final; finalmente ha quedado claro que la crisis en Europa ha tomado forma de “W”, mientras que en Estados Unidos y Asia lo ha hecho en forma de “U” y “V”, respectivamente, pues éstos salieron de la recesión hace ya años. Los errores en la construcción del euro nos han hecho penar más de lo debido a los europeos y, en especial, a los países de la Europa periférica.
Pero actualmente los datos que parecen señalar la salida de la recesión son múltiples, siendo el más relevante es el del comportamiento del empleo. En septiembre de 2013 la afiliación a la seguridad social (S.S.) en Canarias creció en 7.831 personas cuando se compara con el mes anterior, y disminuyó en 4.385 comparado con septiembre de 2012. En Canarias la estacionalidad del empleo es negativa durante los siete primeros meses del año y positiva desde agosto hasta diciembre, así que no resulta un dato excepcional, pero es la rapidez de la recuperación del empleo la que señala el final de la recesión. Por primera vez desde 2006, antes del inicio de la crisis, la media de afiliados a la seguridad social ha crecido (0,5%) en el tercer trimestre del año cuando se compara con el trimestre anterior.
En el gráfico se representan las variaciones interanuales de afiliados a la seguridad social por trimestres. Como se observa, la línea va dibujando nítidamente una “W” imperfecta, con una caída intermedia de aproximadamente la mitad de la profundidad de la caída inicial, y todavía con caídas internanuales (-1,0% en el tercer trimestre) en el número de afiliados, pero el ritmo de crecimiento se acelera y es muy probable que alcance cifras positivas en el cuarto trimestre del año.
La coyuntura geopolítica en Egipto favorece la creación de empleo en nuestro archipiélago, pues la temporada turística de invierno en Canarias se presenta histórica, lo que favorecerá la creación de empleo. De hecho, nuestras estimaciones de crecimiento económico para Canarias en 2014 prevén incrementos del PIB superiores al 1% e incluso al 1,5%, así que el próximo año 2014 se creará empleo con cierta alegría, pues la flexibilidad otorgada por la reforma laboral de 2012 debería permitirlo con crecimientos del 1%, lo que antes no sucedía.
La pregunta que nos ronda la cabeza es… si en el verano de 2011 volvimos a caer en la recesión cuando comenzábamos a crecer, ¿qué impedirá que ahora vuelva a suceder lo mismo? Lo cierto es que no hay certeza de que eso no vuelva a ocurrir. Los países desarrollados continúan sobreendeudados y dependientes de la liquidez suministrada por los bancos centrales, se vislumbran burbujas en los mercados de materias primas que podrían estallar en cualquier momento, y mientras tanto se está intentando desinflar sin que explote la gigantesca burbuja financiero-inmobiliaria china. Sin embargo, entre 2011 y 2013 hemos hecho algunos de nuestros deberes: en Europa el euro está garantizado por las palabras del Presidente del Banco Central Europeo “haremos cuanto sea necesario para garantizar al euro y créanme… será suficiente”, y se han dado importantes pasos hacia la unión bancaria. Y en España se ha refinanciado la banca pública, que ahora es solvente; se ha aprobado una reforma laboral que otorga más flexibilidad a las empresas para su adaptación a la cambiante coyuntura; el déficit público se encamina hacia su control, aunque su nivel sigue siendo preocupante; y por primera vez desde 1997, España es capaz de financiarse sin necesidad de capitales exteriores al haber eliminado su déficit por cuenta corriente. Venga lo que venga de fuera, estamos mejor preparados para afrontarlo. Aun así, crucemos los dedos para que ningún acontecimiento externo nos vuelva a apagar la luz. Estamos hartos de esta crisis.