Artículo publicado por Estefanía Díaz Rivarola en el número de septiembre de 2018 de La Gaveta Económica.
Papeles de Economía Canaria es una colección de estudios socioeconómicos sobre cuestiones de actualidad en las islas. Gracias a la colaboración de la Fundación DISA, Corporación 5 presentará próximamente la quinta edición de Papeles de Economía Canaria, titulada “La vivienda en Canarias”. Una de las principales conclusiones del estudio es que existe un gran desequilibrio entre la oferta y demanda de vivienda principal en Canarias y que, según las previsiones, tenderá a incrementarse progresivamente.
Según el INE, en 2017 había un total de 834.000 hogares en Canarias y en 2031 se incrementarán hasta casi 950.000. Los hogares conforman la mayor parte de la demanda de vivienda principal en Canarias, aunque también existe otro componente de la demanda que garantiza la flexibilidad del mercado de vivienda. De la suma de ambos componentes se obtiene la demanda potencial de vivienda principal en Canarias, que va desde las 875.000 viviendas en 2017 hasta casi 997.000 en 2031.
En cuanto a la oferta, el Ministerio de Fomento proporciona una estimación del parque de viviendas en Canarias. En el estudio se realiza una proyección de la oferta hasta 2031 asumiendo dos hipótesis: que se mantenga constante el ritmo medio de creación de viviendas totales de los últimos 5 años y también el porcentaje medio que en los últimos 5 años han representado las viviendas principales sobre las viviendas totales. Con estos datos y bajo estos supuestos, se obtiene que la oferta de vivienda principal en Canarias en 2017 era de unas 854.000 viviendas y en 2031 se espera que ascienda a casi 856.000.
Como se observa, la oferta se encontraba ya por debajo de la demanda en unas 21.000 unidades en 2017 y, en caso de que durante los próximos años no se creen viviendas a un mayor ritmo del previsto, el gap de vivienda principal aumentará hasta superar las 140.000 viviendas en 2031.
En las proyecciones realizadas no se han tenido en cuenta algunos riesgos, como la posibilidad de que se cambie el uso de parte de las viviendas principales para dedicarlas al alquiler vacacional. En tal caso, la oferta de viviendas principales sería menor incluso a la estimada y el problema se acentuaría. Sin embargo, aun sin considerar el efecto futuro del alquiler vacacional, el informe muestra que la debilidad del mercado de vivienda canario no se basa en un problema de demanda, sino de oferta: el bajo ritmo de creación de viviendas. Este ritmo no permite cubrir las necesidades de la demanda ni garantizar la disponibilidad de viviendas en diferentes zonas y tipologías para quienes desean cambiar de vivienda.
Según nuestras estimaciones, entre 2019 y 2031 se crearán unas 1.100 viviendas totales al año, sólo un 8% de las necesarias para llegar al equilibrio en 2031. Y si se pretendiera alcanzar el equilibrio en 2022, habría que construir unas 22.000 viviendas anuales durante 5 años para lograr una solución. Teniendo en cuenta estos cálculos, se debería construir entre 15.000 y 22.000 viviendas totales al año en Canarias si se quisiera dar respuesta a las necesidades actuales y futuras de los hogares residentes. No obstante, aun tratando de atajar el problema en el menor tiempo posible, los largos plazos propios del sector de la construcción, junto con los inconvenientes que puede ocasionar el exceso de burocracia y la complejidad del planeamiento territorial, son factores que afectan directamente al tiempo de reacción frente al problema de escasez de viviendas principales en Canarias.